No pensaba yo que el que el martes hiciera una entrada hablando de que el nene precioso tenía un orinal, pero que le hacía caso de vez en cuando, haría que se decidiera a usarlo de verdad.
Como el orinal básico, cuando el nene precioso se intentaba sentar no tenía dónde agarrarse, creo que por eso se cortaba en usarlo. Tampoco me importaba demasiado, ya lo dije. (esta conclusión la hemos sacado porque le veíamos echar los brazos a algo para agarrarse mientras se intentaba sentar y al ver que no había nada, se sentía inseguro y se iba.)
A veces veo juguetes o cosas que me llaman la atención y las dejo en mi cerebrillo en un esquinita (porque son cosas para más mayor y pienso en comprarlas cuando llegue el momento) y luego al cabo del tiempo me acuerdo de ellas.
Así hace unos días recordé que había visto el orinal de la foto en algún sitio y que tenía asas, pensé que sería cómodo para él habiendo visto sus gestos al querer sentarse en el otro.... busqué y lo encontré en el Imaginarium, no es barato, pero pensé que podíamos regalárselo para su cumple (el cumple es la excusa) y que se fuera familiarizando viéndolo, como con el otro. Pero sin ninguna prisa en que lo usara.
Lo compré pensando que pasaría un montón y que estaba tirando el dinero a la basura, porque ya se sabe que con los niños como lo que sea no les entre por los ojos... no hay nada que hacer.
Aún así como no quería la caja estorbando hasta el verano, (eso me pasa por adelantarme) lo saqué de la caja y lo puse en un ladito en su habitación.
Y cuál fue mi sorpresa cuando ayer (fiesta en Madrid) estábamos todos en casa recogiendo un poquito después de comer y el nene precioso se fue al "vate" (como él lo llama, no sé a quién se lo ha oído, supongo que en la escuelita), se sentó vestido como siempre, y se volvió a levantar como un resorte, cogió su coche (correpasillos) y se volvió a ir al salón, mientras yo llevaba unas cosas a la cocina y volvía al salón me encuentro que no estaba, que el coche estaba solo en mitad del salón y el nene precioso se había esfumado, me fui buscando por todas las habitaciones y me lo volví a encontrar sentado en el orinal, y esta vez haciendo fuerzas, me dejó muerta.
Le pregunté si quería hacer caca, si quería que le quitara el pañal y se volvía a sentar... y a todo me mira fijamente como diciendo, Pues claro! Qué parte de los síes a todas las preguntas no estas entendiendo?
Otra vez me volvió a dejar flipada, pero lo fuerte fue, que así lo hice y se sentó y empezó a hacer fuerza, he hizo un poquito de caca y un poquito de pis.
Se levantó con una mezcla de satisfacción, en plan qué mayor soy y mira lo que ha salido...
Yo, ojiplática perdida, le felicité y el niño feliz.
Ahora lo siento mucho, pero no voy a hacer nada al respecto, el nene precioso va a seguir llevando pañal, porque creo que fue más casualidad y oportunidad por mi parte al estar ahí, que porque esté preparado para avisar en todos los cambios.
Eso sí, tampoco le voy a frenar, si cuando estemos en casa quiere, yo no voy a ser quien le diga que no y haremos como ayer.
Y ya veremos por dónde sale el sol, como se suele decir, el nene precioso será el que marque el ritmo, como en todo y nosotros lo seguiremos encantados como siempre.
Nos enseña algo todos los días. Yo solo, flipo.