Abelo, abelo !!!

Abelo, abelo !!

Ha sido un fin de semana tranquilo, en el pueblo el tiempo va más despacio, en el que hemos hecho lo de siempre pero relajadamente, sin prisas, disfrutando de estar juntos y viendo cómo el nene precioso disfrutaba de la compañía del abuelo, por el que siente especial predilección y con el que disfruta como un loco.

Ha  visto los perros que tiene el abuelo, ha recogido las nueces del nogal, las aceitunas del pequeño olivo que tienen en el jardín... el nene precioso ha estado contento de estar con el abuelo y ayudarle en sus tareas de recolección.

Ésta ha sido la palabra más repetida este fin de semana pasado:
Abelo, abelo!!

Se despertaba por la mañana o después de la siesta y lo primero que decía era abuelo.

Mi padre entraba en la habitación en la que estuvieramos y le llamaba para que jugara con él y si salía se iba  detrás.

Si el abuelo se tomaba el café después de comer, el nene precioso quería leche y se la tomaba...

Si el abuelo se levantaba por la mañana y se iba a lavar la cara, el nene precioso también quería ir con él y además que se la lavara a él ya de paso. (algo impensable, ya que solo quiere que le hagamos las cosas su padre o yo) pues al abuelo le deja hacerle lo que quiera.

Si el abuelo recoge nueces, tiene que dárselas para que pueda echarlas dentro del cubo, de una en una.

Si el abuelo recoge las aceitunas, él está el primero, tiene que llevar el cubo y además el abuelo tiene que dárselas para echarlas dentro.

Tienen un vínculo especial que creo que se irá afianzando con el tiempo y que aunque mi padre a veces es  muy rústico, como yo le digo, al nene precioso no parece importale lo más mínimo y se adapta. 

No deja de sorprenderme... y lo que me queda!!!

Tú que llevas toda la vida del enano con él en palmitas, que te crees que tienes que estar presente en todos los momentos de su vida para salvarle porque eres imprescindible, que se va a romper...  y te das cuenta que estás haciendo el canelo, que tienes muchas moñadas a veces... y que el niño se desenvuelve como un rey, sin tu ayuda y además le gusta (me encanta verle tan mayor, aunque tenga sentimientos encontrados) porque llega, y aunque es un tiquismiquis con la suciedad en las manos, abuelo y nieto llegan a un acuerdo sin hablar y el abuelo le da las nueces limpias de la suciedad de haber caido al suelo, para que el nene precioso las eche en el cubo, el nene precioso en un exhaustivo control de calidad, si las toca y ve que queda algún restillo, se las devuelve  para que el abuelo vuelva a limpiarla, esta vez mejor... 

Alucinante cómo se entienden sin palabras!!!

Y lo orgulloso que está el nene precioso de poder ayudar a su abuelo!!  y el abuelo, claro está, encantado de la vida con su ayuda...

He hecho un montón de fotos, cual cronista, de las primeras veces que han hecho cosas juntos para que cuando el nene precioso vaya creciendo vea todas las cosas que aprendió a hacer con la ayuda de su "abelo".